Es por ello
que, los profesionales de la educación deberíamos plantearnos cuales son las
necesidades educativas que precisan nuestros alumnos y qué mejoras
realizaríamos ante este problema, ya que considero que la enseñanza debe estar
en continua actualización y por lo tanto, no tiene que quedar desfasada en
ningún momento. Por otro lado cabe destacar que la enseñanza por proyectos combina
diferentes matices que hacen que sea de gran interés educativo para el
alumnado, despertando así curiosidades y preguntas que hacen que les apetezca
continuar sabiendo sobre el tema que se está investigando.
Debemos entender así a los educandos como pequeños
científicos que tienen por primera vez una toma de contacto con el mundo de la
investigación. En todo momento, se debe indicar cuáles son las pautas del
proyecto así como cuáles son los conocimientos que queremos aprender mediante
éste, pero cabe señalar que los alumnos tienen que estar motivados para que les
interese el proyecto y que al final se consiga el objetivo de la investigación.
El papel del docente resulta imprescindible en la enseñanza por proyectos
aunque no sea él el que lleve el proceso de forma directa. El profesor debe
guiar el desarrollo del mismo, crear un clima estimulante en el aula que invite
a la investigación. Otro aspecto a tener en cuenta es la cantidad de
integrantes que componen el grupo de investigación, ya que si el grupo es
demasiado amplio, puede que no todos los estudiantes participen al máximo nivel
y se vinculen de forma directa en dicha investigación. La organización en este
aspecto supone un punto a tratar en este aspecto, ya que debemos equilibrar en
todo momento cual es la tarea específica que debe realizar cada alumno.
Referente al tiempo destinado a la investigación, cabe añadir que resulta un
factor importante a tener en cuenta ya que en la mayoría de las ocasiones corre
en nuestra contra. Hay que tener en cuenta que la investigación requiere
tiempo, y lo ideal sería que nuestros alumnos contaran con todo el necesario para poder indagar todo lo necesario.
Todo ello deriva de la escuela tradicional,
ya que cuenta con un horario de trabajo muy escaso y no favorece en absoluto al
trabajo por proyectos. Pienso que el sistema educativo actual no cuenta con la
estructura necesaria para que el factor tiempo se lleve a cabo, porque existe
un ideario de trabajo que no se ajusta a las necesidades básicas que requiere
la formación de un proyecto. Pero más allá principal del proyecto, en cuanto a
la base de conocimientos que se pretenden conseguir hay que destacar que no
sólo se trata de investigar una sola disciplina, si no que hay que ir más allá
del objetivo del proyecto, ya que hay que abarcar todos los temas que estén
relación con la esencia de la investigación. Otro factor que hay que tener en
cuenta es la idea de que un proyecto no es una actividad cerrada con principio
y fin, si no que lo perfecto sería la continuación de esa investigación y no
convertirlo en un asunto cerrado, ya que en investigación se considera que
“nunca se termina de investigar” y que “siempre hay algún aspecto que mejorar”,
por lo tanto.
Otra critica que se le otorga a los proyectos es la idea de basarse
únicamente en el hecho de ser empírica, porque los estudiantes necesitan tener
acceso a todo tipo de cultura y no únicamente a la que le proporciona su acción
directa sobre el mundo. Por tanto cabe tener en cuenta que tanto lo teórico
como lo que nuestros sentidos nos pueden proporcionar son factores
estrictamente necesarios. Con vistas al futuro, me gustaría recordar que la
enseñanza investigadora no es ni mucho menos perfecta, ya que también tiene
sectores que valdría la pena solventar, por tanto, el ideal educativo sería la
combinación entre la enseñanza tradicional con la enseñanza por proyectos, ya
que de esta forma se conseguiría el acceso a todos a una formación cultural de
calidad.
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