Es
aquí cuando conviene aplicar el concepto de patrimonio, ya que este adjetivo no
sólo se vincula de manera exclusiva a aspectos materiales, sino que también, se refiere a lo inmaterial
a lo que no se puede tocar. Tenemos que entender el patrimonio como un aspecto
plural, que incumbe a todos los ciudadanos y que debemos ser conscientes de que
debido a su alto valor tanto económico como cultural, hay que otorgarle la
importancia que merece, ya que es considerado como un elemento del futuro que
forma parte de nuestro presente.
En mi opinión, estoy de acuerdo con lo que
afirma la Declaración de Barcelona: “La ciudad será educadora cuando asuma la
intencionalidad y responsabilidad cuyo objetivo sea la formación, promoción y
desarrollo de todos sus habitantes”. Referente a mi opinión personal pienso que
el patrimonio de cada ciudad se puede utilizar a modo de enseñanza ya que
considero que existen muchos conceptos y conocimientos que se pueden llevar a
cabo en los espacios públicos ya sean museos, parques, monumentos importantes
etc. Para que la educación se actualice, conviene ir cambiando la metodología,
es decir, la combinación perfecta para una educación de calidad sería que en el
aula se vieran algunos conceptos relacionados algún patrimonio específico de la
ciudad, para posteriormente, ver la realidad de ese patrimonio mediante
excursiones y actividades al aire libre que impliquen una mayor implicación por
parte del alumnado. Dichas actividades deben plantearse desde objetivos diversos
en los que cabe tener uno de tipo de formativo en los que les ayude a
desarrollar los conocimientos de tipo procedimental.
Cabe destacar del mismo
modo que existen algunas otras que potencian el carácter ético y el valor de la
educación para la ciudadanía. Es preciso
que se tomen las medidas oportunas para que se potencie la ciudad educadora para
que de esta forma los alumnos consigan potenciar formas de comportamiento y
maneras distintas de ver la realidad. Me gustaría añadir que las ciudades,
además de dar una imagen ordenada y limpia a todos los ciudadanos, tendrían que
preocuparse más por un modelo educativo emergente, que cada vez está más
presente en la vida de los educandos.
Debemos tener claro que la escuela es el resultado de la educación y que
constituye todo un sistema de valores donde se apoya toda la ciudadanía.
Es por
tanto la ciudad, un emblema fundamental en el que la educación puede sostenerse,
pero esta tarea no sólo forma parte de la escuela, sino de todos los
ciudadanos.
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